PSP/PS Vita


Hola a todos aquí os voy a poner un Top 10 sobre los juegos de la PS Vita y otro sobre los de la PSP. Empecemos con los de la PS Vita.
1. Soul Sacrifice

Nuestro rol es el de un esclavo que, por causas que no nos son reveladas en primera instancia, se halla encerrado y a punto de ser sacrificado a manos de un poderosísimo hechicero conocido como Magusar . Sin embargo antes de que esto suceda y por mera casualidad, un curioso libro parlanchín cae cerca de nuestra posición. Librom es el nombre de dicho tomo y en él se centra una parte muy importante del desarrollo de la aventura. Una vez que hayamos entablado relación con él, no habrá vuelta atrás en todo lo relacionado con nuestro destino…
Librom es la piedra angular que sostiene la mecánica y el argumento que hay detrás de Soul Sacrifice. Y es que este extravagante ¿personaje? va contándonos numerosos detalles acerca de la historia y del mundo que nos rodea en esta producción, pudiendo charlar con él en todo momento.
Esta producción de Marvelous AQL y Keiji Inafune para PS Vita es de todo menos común, siendo uno de los títulos más peculiares de cuantos han aparecido para la portátil.
Pero lo más importante no es eso. Las páginas que se encuentran en el interior de Librom actúan como los niveles del juego en los que podemos tomar partido. Y nos explicamos. El pasado épico y glorioso del poderoso mago que quiere arrebatarnos la vida, Magusar, se encuentran explicados y detallados en las páginas que conforman el cuerpo de Librom. Dichas páginas pueden ser leídas y examinadas por nuestro personaje cuantas veces sean necesarias y deseemos, para lo cual se usa de manera muy acertada la pantalla táctil de la consola. Pero lo más importante de todo es que dichos eventos pueden ser revividos siempre que así lo queramos, algo fundamental y necesario para adquirir más y más poder, vital para conseguir escapar de nuestro destino… que, irónicamente, no es otro que el de morir a manos de Magusar, el protagonista de las batallas descritas en el mencionado Librom.
Con esto en mente ya os haréis una idea de lo intrincado, original y curioso que resulta el funcionamiento de esta aventura, así como su historia, algo que no suele suceder en muchos títulos últimamente, y menos en aquellos que son lanzados en PS Vita (consola repleta de refritos y conversiones). Y al menos en nuestra opinión, sólo por este hecho el título merece nuestro reconocimiento. Pero hay mucho más detrás de esta aventura.
Cada vez que derrotamos a un rival debemos tomar la decisión de perdonarle la vida o acabar con él sin tapujos.
Al tratarse de un hack´n slash, los combates se alzan como el elemento más importante sobre el que se apoya la jugabilidad. En cada nivel es necesario afrontar decenas de batallas contra todo tipo de monstruos que podáis imaginaros, duelos que suelen acabar con un duro enfrentamiento final. En este punto debemos señalar que, a medio o largo plazo, el título puede acabar siendo monótono, algo que ciertamente suele suceder en este tipo de ofertas lúdicas. Se echan en falta otros ingredientes como investigación, puzles, minijuegos, plataformas… Algo más que rompa con la rutina. Pero también es verdad que aquellos que queden atrapados por la historia y la puesta en escena que ofrece esta aventura, se sobrepondrán a este obstáculo sin demasiados problemas.


2. Persona 4: The Golden

El protagonista principal es un joven estudiante, Yun Narukami, que llega a la aparentemente tranquila ciudad de Inaba. Pero este lugar esconde un misterio que se convierte en la trama principal de esta aventura: un controvertido canal de televisión nocturno.
No, dicho programa nocturno no es del cariz del que algunos estáis pensando. No. Lo que ocurre con él es que dicho canal sólo emite durante aquellas noches que se muestran lluviosas y desoladoras, mostrando la imagen de ciertas personas que están desapareciendo misteriosamente (y, posteriormente, son descubiertas sin vida). Cada vez son más los cadáveres que se van agolpando en Inaba, por lo que el tío del protagonista se ve envuelto en un entuerto de un calado cada vez mayor. ¿Y por qué? Pues porque dicho personaje, Ryotaro Dojima, es un inspector de policía que ha sido el asignado para llevar el caso…
Para liar aún más las cosas, el título nos pone de cara a un conflicto de intereses entre el protagonista y su tío. Y es que tanto él, Yun, como un par de compañeros de instituto deciden investigar los hechos de manera paralela a la policía, hecho que sin querer revelar nada que no debáis saber trae consecuencias muy importantes al argumento.
Ha tardado en llegar a nuestro territorio, pero la espera ha merecido la pena: Persona 4 Golden es un título magistral.
Esta es a grandes rasgos la intrincada, absorbente y magnífica trama argumental que trae consigo Persona 4 Golden. Sin duda es una de las más interesantes jamás concebidas para un videojuego de su estilo, y sólo por conocer su desarrollo merece la pena invertir las más de 50 horas como mínimo (si es la primera vez que jugáis a este título) que son necesarias para superar la aventura, cifra que puede incrementarse de manera exponencial en función del porcentaje del juego que queráis completar. Pero por fortuna el título posee aún más cualidades que a continuación vamos a desgranar.
Persona 4 Golden es un título que destaca en muchos sentidos si lo observamos desde el prisma de la jugabilidad. Y es que la aventura brilla tanto en un número de aspectos tan cuantioso que se trata de un juego redondo, muy completo y que satisfará hasta la saciedad a cualquier aficionado al género, por muy crítico o exquisito que sea éste.
Para empezar, en el título se dan cita una serie de personajes realmente carismáticos. Desde el personaje principal a la pequeña Nanako, pasando por el incalificable Teddie, todos ellos gozan de una personalidad muy bien establecida y, por supuesto, de sus propias habilidades.
La aventura presenta tal cantidad de misiones principales, secundarias y actividades varias que os llevará muchísimas horas completar.
Dichas habilidades se dejan ver de manera más notable durante los combates. Como es menester el sistema de batallas empleado es por turnos, pudiendo llegar a controlar a cuatro personajes de manera simultánea, teniendo la posibilidad de alternar el control de unos y otros. El rango de acciones que tenemos a nuestra disposición durante las contiendas es digno de alabanza. Hasta ocho acciones diferentes podemos llevar a cabo si así lo deseamos (atacar, defendernos, usar nuestras Personas, huir, etc.), dando como resultado una variedad táctica difícil de encontrar en otros títulos.
La espectacularidad de estas batallas es muy elevada, y más si tenemos en cuenta que estamos ante un título portátil, lo que habla a las claras del buen trabajo realizado por los desarrolladores en este campo. Sin duda Atlus es una de las compañías que más cuida este aspecto en sus producciones.
Pero hay mucho más que experimentar y disfrutar en esta aventura que las interesantes batallas. La exploración, por ejemplo, es otra de las tareas que más tiempo nos llevará, pudiendo investigar una amplia cantidad de decorados. Inaba se divide en varias zonas bien diferenciadas y en todas ellas siempre hay algo que nos mantenga entretenidos.
La libertad de acción que nos concede este título es simplemente magnífica, mucho más de lo que suele ser habitual en este género. Sí, como siempre es necesario superar las misiones principales pertinentes para avanzar en la trama, pero el título ofrece una cantidad de contenido adicional que bien merece la pena disfrutar. Además Persona 4 Golden es de esos títulos que nos permiten tomar ciertas decisiones en momentos puntuales que pueden variar un tanto el transcurso de los acontecimientos, algo que siempre es del agrado de la inmensa mayoría de los jugadores.

3. Call of Duty: Black Ops Declassified

Con la Guerra Fría como telón de fondo, Alex Mason y Frank Woods han vuelto a la acción dispuestos a acabar de una vez por todas con la amenaza de la Unión Soviética. Lo que han logrado, sin embargo, es protagonizar uno de los peores videojuegos del año para la portátil.
Si hablamos de la campaña individual, por ejemplo, esta nos propone superar una decena de misiones con los objetivos clásicos de la saga Call of Duty; es decir, acabar con enemigos clave, rescatar rehenes, alcanzar el punto de evacuación... pero sin la espectacularidad, ritmo y chispa tan característica de la serie. Más bien, por desgracia, estamos ante una torpe sucesión de misiones muy mal interconectadas entre sí de las que se pueden salvar muy poquita cosa.
Una de las razones de ello tiene mucho que ver con el enfoque jugable por el que se ha apostado, ya que si bien es cierto que la idea de partida es muy buena, su ejecución no podía ser peor. En este caso, hablamos de misiones de no más de 2 a 5 minutos -en muchos casos el tiempo corre en nuestra contra- que casan perfectamente con el concepto portátil del juego, pero que ni por asomo están a la altura de los mínimos exigidos hoy en día. Y la lista de errores no es precisamente pequeña.
Una nefasta inteligencia artificial, que nos regalará momentos tan surrealistas como ver a los enemigos correr directamente hacia la granada que acaban de lanzar, o disparar contra las paredes que tienen frente a sus ojos; sumada a un sistema de control poco preciso, o un nulo talento creativo en lo que se refiere al diseño de las misiones deja patente que en Nihilistic Software no han sabido llevar con buen tino el desarrollo de este Call of Duty. Porque hay pequeños errores que se pueden perdonar; pero que en un juego de acción sea precisamente la acción el problema....
Los escenarios son extremadamente lineales y resultan muy poco inspirados a nivel de diseño.
Diez misiones por unos cinco minutos de media para superar cada una de ellas... no hace falta ser muy bueno en matemáticas para darse cuenta que esta campaña individual es extremadamente corta. El problema de Black Ops Declassified, sin embargo, va mucho más allá de su duración. Y es que cuando un videojuego frustra más que divierte, está claro que algo va condenadamente mal.
El concepto de juego arcade por el que se ha apostado, incitándonos a repetir las misiones para mejorar nuestras marcas es, como decíamos, bastante acertado. Su ejecución, sin embargo, es horrible. Porque ¿quién diablos va a querer repetir una y otra vez estas misiones cuando sientes que el sistema de control falla en exceso? ¿Cómo disfrutar de un juego en el que los enemigos, siempre en la misma posición, parecen patos mareados más que soldados entrenados para la guerra? ¿Con qué cara repites un nivel tras morir estúpidamente por culpa de los citados errores de control, o por ciertos enemigos con una precisión milimétrica?
Black Ops Declassified es un juego cortísimo, pero ese no es su mayor problema. Y aún a pesar de contar con modalidades de juego adicionales, como cinco misiones contrarreloj o un interesante modo supervivencia en el que batirse contra incesantes oleadas de enemigos -diseñada exclusivamente para un solo jugador-, el resultado final no mejora nada.
El multijugador de Black Ops Declassified es lo único salvable del programa, aunque está lejos del nivel de calidad que desearíamos.
La oferta online del programa, sin embargo, cumple con las opciones habituales en la serie, con una potente vertiente de juego competitivo para 8 jugadores que hará disfrutar a los acérrimos seguidores de la franquicia, al permitirles llevar la acción de Call of Duty a cualquier lugar del mundo. En este sentido, aparte de unas generosas opciones de personalización -incluyendo perks, personalización de armas y prestigio-, el multijugador de este Black Ops de PS Vita incluye cinco modalidades de juego que van desde los habituales todos contra todos y combate por equipos, a otras con objetivos de búsqueda y captura de por medio.
Lo justo y necesario para brindar una experiencia de juego tremendamente satisfactoria, pero también en este caso muy insuficiente. Y es que los escenarios se nos antojan muy pequeños y muy poco inspirados a nivel de diseño; a lo que debemos sumar constantes errores de latencia, desconexiones, e incluso fallos en el sistema de reaparición en el campo de batalla.
Para colmo, a nivel audiovisual, lo nuevo de Nihilistic Software tampoco está a la altura de las circunstancias: texturas poco definidas, discreto modelado de enemigos, escenarios extremadamente lineales y muy poco variados entre sí... En definitiva, estamos ante un título que no explota para nada las bondades de PS Vita, ni tampoco permite a sus creadores lucirse en lo tocante al diseño artístico. Más bien, logran el efecto contrario. A nivel sonoro destaca su buen doblaje al castellano, pero ni la música ni los efectos de sonido rayan tampoco a un nivel por encima del mínimo exigido.

4.Assassin´s Creed 3: Liberation

Para los amantes de las buenas historias, no obstante, hemos de sentenciar que no nos encontramos, ni mucho menos, ante el Assassin's Creed más interesante. La temática, relativa a una nueva búsqueda de la verdad, a la reclamación de justicia y a acabar con los aliados de la esclavitud poseía los ingredientes necesarios para triunfar. Pero no ha sido así, resultando un argumento poco más que intrascendente, sin apenas ritmo y el cual acabaremos dejando al margen para interesarnos por el sistema de juego, que después de todo es lo más importante.
En este sentido, uno de los aspectos que más llaman la atención de Liberation es su elevada sensación de mundo abierto. Cierto es que no conviene esperar algo tan complejo como lo visto en la última edición numerada, ni tampoco tan duradero, pero reconforta ver cómo los desarrolladores se han esforzado por recrear con mimo ciudades como la Nueva Orleans del siglo XVIII. Cada secuencia en el juego se corresponde con una región (ciudad, bosque, pantano...), no existiendo un nexo entre partes. El paso del tiempo tampoco está representado, de forma que la hora viene más bien predeterminada por la misión que estemos jugando.
Detalles importantes, pero que no logran enturbiar la experiencia "sandbox", dotada de un carácter vivo, con cantidad de habitantes yendo de aquí para allá, incluyendo animales (menos los caballos). La extensión del mapeado, por supuesto, es más limitada que en Assassin's Creed III, pero aún así sorprende lo que es capaz de mover una máquina tan pequeña como PS Vita. Verdaderamente, y ateniéndonos a las características del dispositivo de Sony, no tenemos más que halagos.
El mundo del juego se presenta realmente vivo, aunque no tiene ciclo día/noche. En su lugar, cada secuencia tendrá una hora preasignada.
Además, hay cantidad de cosas que hacer. Podemos comprar en tiendas, robar a transeúntes, encontrar las tradicionales atalayas y hasta comerciar con otros países, enviando barcos en la que se plantea como una especie de minijuego estratégico (ideal para incrementar nuestra fortuna). Y si os lo preguntáis, carecemos de secuencias a bordo de navíos. Lo máximo será llevar nuestra propia canoa o incluso un carruaje, suponiendo pequeños interludios que ayudan a incrementar la variedad del programa.
Pero lo realmente importante, como en cualquier Assassin's Creed que se precie, son las misiones. Es relevante recalcar que Ubisoft Sofia no ha prestado gran interés a añadir tareas secundarias, algo que limita considerablemente la rejugabilidad del videojuego. Eso sí, misiones relativas a la historia hay una cuantas y cumplen bastante bien, con planteamientos variados que nos invitan a tender emboscadas, provocar pequeñas revueltas y, cómo no, acabar con enemigos sin ser vistos.
Eso sí, tal vez no tengamos muchos eventos adicionales, pero sí que hay cantidad de objetivos secundarios dentro de las misiones, del estilo de completar la tarea dentro de un plazo de tiempo o sin levantar sospechas. Si lo conseguimos, nuestra tasa de sincronización en esa secuencia será del 100%. Si no, y esto es de gran importancia, siempre podremos repetir la misión en cualquier momento (desde el menú de juego) para cumplirla como lo haría un auténtico asesino.
En Liberation tendremos la habilidad de tocar a los enemigos con la pantalla táctil para marcarlos y ejecutarlos de una vez (cinemática incluida). Fácil y preciso.
Otro de los aspectos que más sorprenden en Liberation es la enorme fidelidad que mantiene en lo que se refiere a los sistemas de navegación y combate originales. Puede que si nos fijamos en los detalles, ciertos aspectos no estén tan pulidos ni sean tan profundos, pero en esencia están completamente basados en todo lo visto en Assassin's Creed III, algo que incluye a la integración de escenarios con árboles y una mayor versatilidad en lo que a enfrentamientos con enemigos se refiere.
Empezando por la navegación, Aveline demuestra un instinto asesino que ya todos conocemos, relativo a moverse con soltura no sólo por las calles (haciéndose paso con naturalidad entre los NPCs), sino también por tejados y azoteas, haciendo de la escalada un talento innato y muy intuitivo en términos de control. Lo mismo ocurre cuando subimos a árboles y nos movemos entre ramas. Todo se realiza de forma extraordinariamente orgánica gracias a un sistema de animaciones heredado de Connor, el cual se ha integrado tal cual, y no sin nuestra sorpresa, en esta versión portátil.
No podemos decir lo mismo de las batallas, un escalón por debajo de otros títulos de la saga, pero al menos mantiene el tipo. La posibilidad de que un segundo rival nos sorprenda está aquí presente, y eso es también de agradecer, pero creemos que el ritmo global de las contiendas podría haberse incrementado... o al menos su variedad. En ocasiones, todo se reduce a esperar y pulsar cuadrado en el momento adecuado. Sí, es posible usar dardos envenenados y hasta rifles, pero eso no logra disimular la simplicidad que destila el sistema combativo.


5. Zero Escape: Virtue´s Last Reward

Totalmente desconcertados, perdidos en un entorno inexplorado junto a personas a las que no conocemos, sin saber cómo ni por qué hemos llegado a esa situación. Si por algo destaca Virtue’s Last Reward es por lo intrigante y enigmático de su argumento, que ha logrado sorprendernos de una forma que no imaginábamos, igualando e incluso mejorando en muchos aspectos el ya de por sí fantástico hilo argumental de 999.
Precisamente por ello, preferimos que seáis vosotros mismos quienes descubráis los entresijos que se ocultan tras esta misteriosa aventura en primera persona protagonizada por el joven Sigma, que debe resolver una considerable variedad de rompecabezas mientras desentraña un oscuro argumento digno de las mejores novelas de suspense.
Y es que de principio a fin, y hay 24 finales, el argumento de Last Reward actúa como el gran motor de la acción que nos impulsa a seguir explorando a fondo el intrigante universo Zero Escape. Un mundo de juego convertido en una misteriosa prisión de la que tendremos que escapar siempre teniendo en cuenta que cualquiera de nuestros actos tendrá serias consecuencias en el devenir de la trama, dando pie a desenlaces argumentales sorprendentes.
No es imprescindible conocer la historia de 999 para entender el argumento de Last Reward, aunque sí es recomendable por los guiños que oculta el programa.
En este sentido, tal vez el auténtico final de la historia no tenga el impacto y la carga emotiva del que gozó el desenlace de 999; pero sí creemos que por todo lo demás, el argumento y la narrativa de Virtue’s Last Reward están por encima del anterior trabajo del estudio. También el diseño de los puzles y las fases de investigación están a la altura de lo esperado, planteando retos tan desafiantes como lógicos en su resolución. Algo a lo que ayuda mucho la claridad con la que se ha diseñado la interfaz de juego tanto en PS Vita como en Nintendo 3DS, en las que el título se muestra prácticamente igual.
No por nada, estamos ante un título bastante sencillo en lo visual, que apuesta una vez más por una estética anime para presentar su emocionante acción sin grandes alardes técnicos. Lo importante es la historia, y ahí es donde brilla de verdad el programa. Por eso, antes de adentrarnos en este inquietante mundo de juego conviene tener claras las cosas. Estamos ante una aventura densa como pocas, uno de esos juegos en los que importante más la historia que se cuenta que su faceta puramente jugable, bastante más secundaria que en otros títulos de corte similar.
Y es que a grandes rasgos, la acción de Virtue’s Last Reward se divide en dos bloques claramente diferenciados como son las secuencias puramente narrativas en las que se desgranará la historia mediante diálogos interactivos que modificarán el curso de los acontecimientos; y los puzles propiamente dichos, que aparecerán en la acción de forma regular planteando retos basados en la lógica y la correcta observación de los entornos, con los que habrá que interactuar para dar con las pistas que nos permitan seguir adelante.
El programa facilita mucho el que podamos rejugar ciertas partes de la aventura para conocer todos los desenlaces posibles.
Algo que para algunos puede saber a pocos, pero que ya os garantizamos os atrapará si le dais una oportunidad. Aunque en este punto conviene destacar que el juego no ha sido traducido al castellano, por lo que aquellos que no se desenvuelvan muy bien con el inglés se perderán el principal atractivo de esta obra. Título, no nos cansaremos de repetirlo, que presenta un muy buen argumento.
El misterio que rodea a esta historia, el diseño de todos y cada uno de los personajes que la protagonizan, los muchos y variados caminos que puede seguir la acción dependiendo de nuestra forma de proceder, lo ingenioso y bien hilados que están los diálogos, e incluso la sutileza con la que se desarrolla la historia denotan el enorme talento creativo que hay tras el equipo responsable de Virtue’s Last Reward; que lejos de conformarse con ofrecer un más de lo mismo, han dado un giro de tuerca mejorando lo que ya de por sí era bueno. Buen ejemplo de ello es que todos y cada uno de los nueve finales principales con los que nos encontraremos resultan sorprendentemente impactantes, cosa que no ocurrió en 999.

6.Dear or Alive 5 Plus

Los seguidores de esta franquicia de lucha ya saben lo que va a depararles este nuevo episodio de Dead or Alive. Una vez más el sistema basado en tres tipos de ataques principales ha sido implantado con éxito, funcionando de manera similar al juego tradicional de piedra, papel o tijera. De esta forma las patadas y puñetazos prevalecen sobre las llaves, dichos lanzamientos y presas se anteponen a los bloqueos y la defensa se convierte en contraataque cuando bloqueamos los puñetazos y las patadas que tratan de propinarnos los rivales. Dicho sistema puede parecer básico, pero en la práctica da más juego del que puede parecer en un principio.
Y a este esquema básico de control se suman algunos que otros ataques especiales, combinaciones de golpes no especialmente demoledoras pero sí eficaces, air juggles y los denominados Golpes Cargados, acciones que sólo pueden ejecutarse cuando el medidor de energía se encuentra por debajo de la mitad y que son mucho más poderosos de lo normal. Tanto es así, que como consecuencia de ellos es posible mandar a los rivales a varios metros de distancia e incluso enviarles a otras zonas alejadas de los decorados.
¿Y cuántos luchadores han sido incluidos en esta ocasión? Pues unos 25, si bien es cierto que alguno que otro se encuentra bloqueado de inicio. Y entre las caras más conocidas encontramos a personajes tan carismáticos como Ryu Hayabusa, Ayane, Christie, Tina o Kasumi, así como varias estrellas invitadas del universo Virtua Fighter como Akira y Sarah. El abanico de movimientos y golpes que posee cada luchador no es extremadamente numeroso pero sí suficiente, por lo que memorizar cada una de las acciones que es capaz de pertrechar cada personaje puede llevarnos algo de tiempo de práctica.
Dead or Alive 5 Plus supone otra notable adición al ya magnífico catálogo de títulos de lucha disponible en PS Vita.
Precisamente, una de las novedades que presenta esta edición Plus en relación al título de PS3 y Xbox 360 tiene que ver con el aumento de las variaciones y submodalidades presentes en el modo Entrenamiento. De esta forma en Entrenamiento + encontramos hasta cuatro opciones diferentes para practicar nuestros golpes (Libre, con Comandos, Tutorial y Reto de Combos), siendo muy recomendable acceder a estas opciones si no hemos jugado nunca a entrega alguna de esta serie. Es una forma amena de familiarizarnos con el control.
Pero hay más novedades. Una bastante significativa es la denominada opción Combate Táctil, modalidad que modifica bastante la pauta de juego del título. Y es que en este caso la acción pasa a desarrollarse desde una cámara en primera persona, teniendo que llevar a cabo nuestros golpes, ataques y defensas mediante diferentes movimientos que tienen lugar en la pantalla táctil.
¿Y qué tal funciona dicha opción? Pues sin ser nada especialmente atractivo, es cierto que tiene su interés e incluso puede llegar a gustar bastante a un grupo de usuarios, especialmente a los menos expertos en estas lides. La razón es que es realmente sencillo ejecutar todas las acciones, teniendo que pellizcar la pantalla, tocarla con dos dedos o deslizar el dedo de un lado a otro de la imagen para realizar presas, derribos y demás movimientos. Y como curiosidad, es posible sostener la consola de manera vertical u horizontal adaptándose sobre la marcha la pantalla a nuestra elección.
En cambio existe otra opción que seguramente explotarán mucho más los usuarios más avanzados: el juego cruzado. Esta versión del juego admite tanto modo para dos jugadores local como online, algo ya tradicional e indispensable en este tipo de propuestas portátiles. Sin embargo Dead or Alive 5 + también permite el juego cruzado contra usuarios de PS3, opción que nos parece realmente interesante y que cada vez va ganando más peso. Esperamos que poco a poco se instaure como habitual en la inmensa mayoría de los títulos que aparezcan simultáneamente en PS3 y PS Vita.
Esta versión ofrece novedades como la posibilidad de pelear en primera persona usando los controles táctiles. Curioso.
Estas opciones de juego que os acabamos de comentar se complementan con las ya consabidas Historia, Versus, Arcade, Supervivencia y Contrarreloj, conformando una diversidad bastante aceptable.
Tampoco queremos obviar la posibilidad de poder utilizar todo el material DLC que hayamos descargado desde la versión de PS3 en esta entrega portátil, siendo perfectamente compatible.
En temas técnicos, es menester volver a alabar las cualidades gráficas que presenta PS Vita. Y es que estamos ante una versión que conserva prácticamente intactas todas las bondades visuales de las que hizo gala el original de PS3 y Xbox 360.
De esta forma nos encontramos con unos decorados realizados con todo lujo de detalles y que se aprecian con una nitidez impactante en la pantalla de PS Vita. Sí, algunos elementos presentes en el título original se han visto simplificados o incluso eliminados, pero aún así las arenas en las que tienen lugar los enfrentamientos presentan un acabado sobresaliente. Además la variedad de decorados presentes es más que generosa, pudiendo pelear en templos, zonas peatonales, paisajes nevados, jardines de bella factura, rings, laboratorios, Dojos…
En términos visuales se trata de un juego realmente impactante, que se beneficia del potencial de la consola para mostrar entornos y personajes muy bien perfilados.
Los personajes también han sido muy bien perfilados, mostrando una apariencia a medio camino entre el realismo y el dibujo animado… pero con muchas más curvas. Y es que como es tradicional en la serie las protagonistas que forman parte del plantel de Dead or Alive presentan unos cuerpos esculturales, y más cuando van ataviadas de bikinis y demás ropa ligera. Además sus animaciones son muy fluidas, calificativo que también podemos emplear para valorar el ritmo al que transcurren las batallas.
El apartado sonoro también alcanza un muy buen nivel, con temas variados, efectos contundentes y una gran cantidad de diálogos (la gran mayoría tienen lugar durante el modo Historia) que pueden ser escuchados tanto en inglés como en japonés con subtítulos.
Por todo esto estamos ante un gran arcade de lucha, uno más desarrollado para PS Vita, consola que se consagra como un recipiente ideal para dar cobijo a títulos de esta misma índole de una gran calidad. Dead or Alive 5 + forma parte de este club.




7.Ninja Gaiden Sigma Plus 2

Dado que es la tercera vez que hablamos de este título en distintas ediciones diferentes, solamente vamos a dar unas pinceladas rápidas acerca de sus características principales dado que muchos de vosotros ya las conocéis de sobra.
En cuanto a su historia, el título narra de manera muy efectiva la lucha de Ryu Hayabusa contra las huestes del clan ninja de la Araña Negra, quienes pretenden devolver a la vida al llamado Archidemonio. Nos esperan unas 8-12 horas de aventuras ninja divididas en varios capítulos, duración que depende de manera muy directa del nivel de dificultad seleccionado de inicio (entres tres posibles) y de la habilidad de cada usuario. Dicha trama no es la más interesante jamás concebida, pero dada la idiosincrasia de esta producción, su calado y profundidad son muy superiores a la media que suele hallarse en este tipo de obras.
Pero todo el mundo sabe que lo verdaderamente interesante de cualquier entrega perteneciente a la saga Ninja Gaiden es su desarrollo, que en la mayoría de los casos es dinámico, excitante y tremendamente desafiante, cualidades que se dan cita en esta edición.
El ninja Ryu Hayabusa visita de nuevo la portátil de Sony con una adaptación muy atractiva del mismo título de Xbox 360 y PS3.
Poder asesino
Una vez más los combates son la salsa de esta producción, batallas que nos han parecido muy amenas. La cantidad de ataques y movimientos que es capaz de pertrechar Ryu Hayabusa es tremenda, destacando por encima de todo los impresionantes combos que puede llevar a cabo así como los devastadores Ninpo, ataques especiales que causan estragos entre las líneas enemigas.
La variedad de enemigos que nos acechan durante el juego es digna de ser alabada, dejándose caer varios jefes finales realmente duros de pelar. Por alguna extraña razón el dinamismo, elegancia y capacidad para enganchar que poseen estos combates es difícil de explicar con palabras, pero lo cierto es que marcan diferencias con respecto a los vividos en otros juegos similares.
También conviene destacar la elevada carga de violencia que presentan las contiendas (si bien dicha carga gore puede eliminarse fácilmente desde la pantalla de Opciones). Litros y litros de sangre fluyen durante los duelos de espadas y katanas, impregnando de dicho líquido los suelos y paredes que conforman los fondos que acogen los enfrentamientos. Además durante los mismos es posible observar decenas de desmembramientos y decapitaciones de todas las formas y colores, siendo un título para adultos con todas las de la ley.
Las batallas contra decenas de enemigos resultan muy llamativas, espectaculares y gratificantes. Uno de los encantos que nos ofrece la aventura.
Pero para evitar que el título caiga en la monotonía, las plataformas y la exploración también se dejan sentir en Ninja Gaiden Sigma 2 Plus, elementos que consiguen dinamizar y "refrescar" un tanto la mecánica de juego.
En cuanto al contenido que ofrece esta edición de PS Vita, el título es exactamente el mismo que ya disfrutaron los usuarios de PS3 en la edición Ninja Gaiden Sigma 2… con alguna que otra salvedad. De esta forma todas las novedades incorporadas en dicha versión de PS3 con respecto al original han sido añadidas a esta entrega portátil, pudiendo pelear contra nuevos enemigos, disfrutar de varias fases (muy cortitas) protagonizadas por las bellas Ayane, Momiji y Rachel, ataviar a los personajes con nuevos trajes, jugar en modo Héroe o disfrutar de la modalidad Misiones de Equipo. Esta modalidad nos plantea superar un nutrido número de fases en las que siempre vamos acompañados de un segundo personaje, pudiendo alternar el control de uno y otro pulsando un botón. Por desgracia esta modalidad sólo admite un jugador, nada de juego cooperativo, limitando de esta forma su potencial.
Pero la gran estrella de esta versión en este sentido es la nueva modalidad denominada Carrera Ninja, opción que previamente es necesario desbloquear. En ella se nos invita a participar en fases de contrarreloj en las que debemos ir eliminando a los rivales a toda pastilla para conseguir llegar al final del nivel lo antes posible, pudiendo ir recogiendo diversos objetos que nos proporcionan tiempo extra y demás ventajas. No es la opción más original del mundo, pero es cierto que entretiene lo suyo y expande la longevidad del cartucho de manera sensible.
Por último también nos gustaría señalar que los desarrolladores han querido aportar armas inéditas a los personajes, escuchando así las voces de un buen número de jugadores que así lo demandaban.
A pesar de no incluir demasiadas innovaciones en relación al mismo título disfrutado en PS3, se trata de uno de los mejores juegos de acción disponibles en PS Vita.
En cuestiones gráficas el cartucho muestra un aspecto muy destacado. Es cierto que estamos ante un título que lleva ya varios años a sus espaldas pero, aún así, la acción sigue mostrándose de manera muy llamativa en la pantalla de PS Vita. Los entornos son realmente vistosos, los modelados de los personajes son más que decentes, las animaciones tanto del protagonista como del resto de los personajes están muy bien hilvanadas… Y a esto se añaden buenos efectos especiales, una iluminación muy sugerente y un paso de imágenes bastante suave en general, aunque también hay ciertas ralentizaciones muy sonadas.
Y en cuanto al sonido, el título también goza de una calidad notable. Los diálogos entre los personajes (en inglés con subtítulos) son bastante notables y están acompañados por una colección de efectos sonoros impecable. Y para seguir las evoluciones de Ryu Hayabusa se ha concebido una banda sonora muy bien compuesta y, dentro de lo que cabe en este tipo de producciones, resulta incluso variada.
Está claro que estamos ante una aventura de acción que ha perdido parte de la capacidad de sorpresa y frescura hallada en el original, pero eso no supone obstáculo alguno para seguir disfrutando de un juego de acción realmente majestuoso. Ryu Hayabusa protagoniza una de sus mejores aventuras de toda su magnífica y legendaria saga Ninja Gaiden.


8. Uncharted: El Abismo de Oro

Como es tradición, la narración vuelve a hacer un portentoso uso de las secuencias cinemáticas (siempre apoyadas en el motor del juego) y de la división por capítulos. Y no es que nos encontremos, en este sentido, ante el mejor guión jamás desarrollado para un Uncharted, pero al menos cumple con su cometido: el de acompañarnos a través de un recorrido de 10 horas de juego plagado de giros inesperados, valiosos aliados, potentes villanos y, ante todo, mucha aventura.
Una duración adecuada, en la línea de la saga y que podría variar su número dependiendo del nivel de dificultad escogido: muy fácil, fácil, normal, difícil o aplastante. Para los quieran sacar el máximo partido al cartucho resultará una atractiva opción, aunque en ningún caso debería criticarse la duración de la campaña, más cuando destaca precisamente por ser una auténtica montaña rusa de situaciones dotada de variedad e intensidad. Eso sí, menos que en otros casos, y es que para PS Vita los responsables han decidido (como ya anunciaron en su momento) centrar la experiencia más en la exploración que en la acción.
Un planteamiento que no sentará igual de bien a todos los jugadores, sobre todo si ya estaban habituados a la continua descarga de adrenalina de otras entregas. El ritmo de Uncharted: El abismo de oro es más apaciguado, con un mayor énfasis en secuencias plataformeras, seguramente con el fin de sacar provecho a la integración de la pantalla táctil para agarrarnos a salientes, escalar y hasta usar cuerdas o escaleras.
Este nuevo Uncharted cede frenetismo para ganar en exploración, con un gran énfasis en partes de escalada donde, con sólo tocar con el dedo o dibujando trazados, podremos alcanzar la cima.
No hace falta decir que el doble "stick" analógico permite llevar a cabo todas estas acciones, y con un grado de precisión idéntico al de PS3, pero la introducción de la función táctil constituye un añadido interesante. No uno que logre sustituir al control tradicional (ya que a veces peca de hacer más asequible la aventura), pero sí logra que nos animemos a utilizarlo en alguna que otra ocasión. Por ejemplo, podremos subirnos a una plataforma con sólo pulsar sobre ella, o bien trazar la línea de recorrido de Drake a través de los muros de escalada. Hasta podremos llamar a Chase para ayudarla a alcanzar nuevos lugares o colaborar con ella a fin de echar una puerta abajo.
Los puzles tampoco están exentos de la característica táctil, aunque ello no ha ayudado a conseguir que estos resultarán inteligentes o, al menos, entretenidos. Más bien, nos encontramos ante el apartado más mejorable del título, con tareas tan poco inspiradas como quitar el polvo a ciertos objetos que encontremos o reconstruir documentos como si de un rompecabezas se tratara (aunque de los típicos que llevan en la caja un mensaje de “adecuado para niños en etapa de crecimiento”). Tareas que no hacen honor al jugador medio de Uncharted, y que más bien se mueven sobre la peligrosa línea de lo absurdo.
Por suerte, no todos los puzles son tan simples, y nos encontraremos con alguno que realmente merezca la pena, sin llegar en ningún caso a sorprendernos. Realmente, creemos que SCE Bend Studio ha forzado muchas situaciones, colocando soporte táctil para partes que no la precisaban. He ahí su mayor error, que genera monotonía y algo de desesperación al estar la aventura plagada de un tipo de minijuegos que, si bien podrían resultar curiosos (como abrir cajas fuertes mediante claves), en otros casos la sensación de estar perdiendo el tiempo (como los que nos obligan a hacer copias con carboncillo) se hace demasiado acusada.
El videojuego, siempre en tercera persona, colocará la cámara sobre el hombro durante los tiroteos para que apuntemos mejor a unos rivales de IA mejorable pero aún así competente.
Con todo, no queremos decir que Uncharted: El abismo de oro sea un mal exponente dentro de la serie, pero sí el que peor ritmo jugable engendra. Las partes de exploración tienen sus momentos de gloria, con algunas partes cargadas de eventos predefinidos que nos colocan en la huida de un edificio en llamas, o en momentos de tensión donde un puente se ha descolgado y debemos luchar por sobrevivir.
No obstante, se echa de menos una mayor fluidez, también en lo que respecta a la presencia de secciones de disparos, que aunque existan no muestran tampoco la brillantez de los juegos para PS3. Contamos con un sistema de coberturas magníficamente integrado (que nos faculta para asomarnos una y otra vez a la caza de "headshots"), así como de una gran versatilidad "shooter", donde es posible disparar mientras estamos colgados de una cuerda, sujetos a una escalera o enganchados de un muro. Nathan vuelve a hacer gala aquí de sus mejores atributos como pistolero, pero también sabe sujetar una AK-47 e incluso un rifle francotirador.
Tal vez se eche en falta una mayor precisión en el sistema de apuntado por defecto, pero afortunadamente el videojuego incluye un ajuste de sensibilidad y la opción de utilizar el apuntado automático (que sólo fija objetivo cuando pulsamos por primera vez el gatillo L, lo cual ayuda a que no todo sea demasiado asequible). Por otra parte, es digno de mención que la vida sea autorrecuperable, algo que no implica que sea difícil perderla. Es más, en la dificultad normal tendremos ya un reto considerable, y eso a pesar de que la IA, aunque correcta, no logre alcanzar el mismo nivel que los exponentes de sobremesa.

9. Need for Speed Most Wanted


La base del título es casi idéntica en PS Vita con respecto a lo visto en consolas y equipos de sobremesa, y vuelve a apostar por un planteamiento bien sencillo, en esta ocasión sin guiones que valgan, actores reales ni diálogos con voz en "off" siquiera: sólo nosotros y nuestra máquina. Bueno, eso y la ciudad de Fairhaven, en la que circularemos para derrotar a sus diez pilotos más buscados. Cientos de kilómetros a recorrer, una gran variedad de trazados (tanto urbanos como comarcales) y multitud de rutas a seguir nos aguardan en una urbe realmente variada y nutrida de autovías, carreteras secundarias, túneles, callejones y hasta parkings en los que circular.
Y podría parecer en un principio que no es tan grande, pero el hecho de que posea verticalidad, con carreteras a diversas alturas e incluso edificios de varias plantas, dota al conjunto de una enorme complejidad. Es posible pasar cantidad de horas hasta descubrirlo todo, tanto de día como de noche (hay un ciclo diurno/nocturno incluido), porque además disponemos de todo un paquete de contenidos accesorios en forma de gasolineras -destinadas a reparar nuestro vehículo al momento-, 156 carteles que romper, 135 accesos restringidos y 66 radares en los que dejar patente nuestra velocidad. Lamentablemente todo lo completo que es el juego desde el punto de vista de su arquitectura no está acompañado por una densidad del tráfico francamente inferior en la edición para PS Vita.
Ese detalle, derivado de las limitaciones de hardware, repercute directamente en que ya no es todo tan divertido. Se pierde algo de intensidad y frenetismo, y pese a que el título sigue siendo un juego de velocidad muy estimable, sí se "caen" bastantes elementos de diversión que trataremos más adelante. Por fortuna sigue presente todo eso que tiene que ver con el pilotar libremente en este arcade de conducción donde igualmente podemos dedicarnos a completar "hitos" del estilo de derrapar cierto número de metros, conducir en dirección contraria, derribar a adversarios o protagonizar largos saltos a bordo de nuestro vehículo. Eso si no nos dedicamos a encontrar los múltiples coches repartidos por Fairhaven, los cuales están dispuestos a ser conducidos por el primer jugador que se acerque a ellos: en este caso nosotros.
La belleza paisajística de Fairhaven es más que notable, desde bosques hasta montañas y la propia urbe industrial, por supuesto. Más variedad era difícil de conseguir.
Dicho de otro modo, prácticamente todos los bólidos están disponibles desde el comienzo de la partida. Nuestra es la tarea de hallarlos y montarnos en ellos para que, a partir de entonces, siempre estén disponibles en el menú de selección, para el que para activarlo basta con pulsar la cruceta de PS Vita. Una grata noticia, y más si consideramos que existe un buen repertorio de modelos (más de 30), desde el superdeportivo Marussia B2, pasando por el Ariel Atom 500 V8 -algo así como un F1 "de calle"- y terminando por un descapotable de lujo al estilo del Tesla Roadster Sport.
Por supuesto, no nos quedamos sin modelos más de andar por casa, por decir algo, como los BMW, Audi, Ford, Mercedes-Benz o Porsche. Los hay más exóticos, más deportivos, todoterrenos, "muscle cars"... En definitiva, una brillante selección.
Pero lo más importante no es eso, sino las distintas sensaciones que nos causan al volante. En este sentido, hay que reconocer que Criterion ha realizado un espléndido trabajo, dotando de físicas y una maniobrabilidad diferente a cada coche con el fin de que la experiencia siempre varíe de forma sustancial, y que es igualmente satisfactoria con el stick de la portátil de Sony. No obstante, todos comparten algo, y es que los británicos se han decantado por un estilo de manejo puramente arcade. El videojuego nunca oculta su naturaleza, y aquí tampoco existen opciones para ajustar el giro del volante o cambiar de marchas manualmente. Es más, para dejar claras sus intenciones, tenemos "nitro", un turbo especial -limitado- que se recarga realizando determinadas acciones, como practicar embestidas contra los oponentes o aprovechando rebufos, entre muchas otras.
Un videojuego muy loco, y a las imágenes nos remitimos. Aunque los policías estarán igual de locos que tú, así que no te esperes que sean fáciles de burlar...
Sea como fuere, lo más importante es que el sistema de control funciona perfectamente, con un manejo equilibrado, que no es fácil dominar pero que resulta tremendamente satisfactorio tras unas horas de juego. Al poco de descubrir las posibilidades de combinar el uso del acelerador con el del freno, os daréis cuenta de lo bien implementada que está la técnica del "drifting", de presencia nunca abusiva, pero sí indispensable para haceros con el control del coche a altas velocidades.
En consecuencia, mucha diversión en una obra que, como contrapartida, no apuesta por el "tuning". Las opciones de personalización, de hecho, no abundan en el título, aunque es posible mejorar neumáticos, nitro, chasis, carrocería y transmisión. Aspectos todos ellos que influyen severamente en las características de cada vehículo (velocidad, control, peso, resistencia...), pero que no repercuten al final en la estética. Y es que si sois de los que os gusta distinguiros de los demás, lo cierto es que Need for Speed: Most Wanted os permitirá hacer más bien poco: sólo modificar el color del coche y customizar la matrícula con un nombre, nada más. 
Un editor habría sido muy bien recibido, pero se ha decidido no incluirlo. ¿La razón? Probablemente, Criterion no quería que este juego fuese relacionado con reputadas películas, de las cuales tomó inspiración el anterior Most Wanted. La obra actual tiene una personalidad diferenciada, con la esencia original pero sin recurrir a la imagen de pilotos engreídos, chicas exuberantes o bólidos que parecen haber sido sacados de una feria. Si las intenciones iban en ese sentido, las entendemos, puesto que ayudan a que efectivamente hayamos obtenido un videojuego más serio, tanto estéticamente como en cuestión de contenido.
El contacto físico es fundamental para entender este nuevo Most Wanted. Aquí no sólo vale con ser el primero. Deberemos quitarnos de en medio a oponentes... y a la policía.
Sin embargo, lo más importante de la obra de los británicos son las pruebas que contiene la ciudad de Fairhaven. Imprescindible resulta el hecho de que podemos establecer rutas para que el GPS nos lleve hasta nuestro destino. Pero aún más importante es remarcar que cada uno de los vehículos en el juego posee su propio conjunto de desafíos. Sí, el número de eventos por coche no es que sea abrumador (en total existen algo más de 50 eventos, muchos de los cuales se repiten con distintos coches), y la variedad tampoco es clamorosa, aunque el reto y disfrute nadie podría negar que resultan elevados.
Tenemos carreras a varias vueltas, recorridos desde un punto A hasta uno B, pruebas en las que debemos fugarnos de la policía dentro del tiempo establecido, y otras competiciones en las que el objetivo es mantener una velocidad media mínima hasta llegar a meta. Interesantes planteamientos que poseen su propia dificultad (baja, media y difícil), y que dependiendo de ella nos premian con más o menos "speed points", algo así como la moneda de cambio que usaremos en el juego para desbloquear los eventos especiales Most Wanted.
Planteados como el colofón final, estos diez eventos nos proponen enfrentarnos cara a cara con los diez pilotos más duros de la ciudad. Son los más buscados, y les deberemos ganar en pista, tanto en velocidad como en inteligencia (nos harán alguna que otra jugarreta). Todo mientras sorteamos al tráfico -que es una tónica en todas las competiciones- y a la policía, otra de las constantes de un Need for Speed en el que siempre hay que tener un ojo puesto en la pista y otro en el mapa (para seguir el recorrido correcto, ya que nos es difícil extraviarse y perder opciones de victoria).

10. FIFA 13


Como siempre y para todos aquellos que no probaran el pasado FIFA para esta consola, nos encontramos ante uno de los mejores simuladores del deporte rey jamás aparecidos en consola o dispositivo portátil alguno.
De esta forma el juego nos ofrece una enorme cantidad de jugadores, equipos, estadios, competiciones y ligas reales, algo de lo que ningún otro simulador de la misma categoría puede presumir. Pero lo mejor de todo es que el desarrollo de cada uno de los encuentros es fantástico, gracias a una jugabilidad muy bien concebida, un sistema de control ágil y preciso y un realismo sorprendente. Gracias a esto es posible efectuar una serie de jugadas, regates, pases y demás acciones tan variadas como precisas, siendo uno de los valores más fuertes del simulador.
Y para que no falte de nada, el nivel audiovisual es sencillamente majestuoso, con una recreación de jugadores y estadios magistral, comentarios en español de Manolo Lama y Paco González muy fehacientes y una banda sonora trepidante que ameniza las pantallas de menú. Por todo esto nos hallamos ante un título excelente… si bien presenta muy escasas novedades en relación al citado FIFA Football que apareció a principios de año para la máquina.
La defensa táctica, el control al primer toque y demás elementos jugables incorporados en las ediciones recientes de esta saga han sido omitidos.
 En cuanto a sus modalidades de juego, nos encontramos exactamente las mismas que ya disfrutamos en la pasada edición del título. El modo Carrera sigue siendo el modo principal y está acompañado de otros como Partidos de Exhibición, Online, Virtual Pro y demás opciones que nos regalan diversión para muchos meses. Es cierto que sigue siendo muy completo, pero los desarrolladores podrían haberse molestado en incorporar alguna que otra modalidad inédita.
Pero lo peor no es eso. Lo más llamativo desde el punto de vista crítico de este FIFA 13 es su jugabilidad. Y no porque ésta sea mala en absoluto como ya os hemos comentado anteriormente, sino porque no ha evolucionado lo más mínimo en relación a lo ya experimentado en la entrega anterior. Y eso se traduce en que esta versión no incorpora las mejoras más evidentes registradas en las versiones domésticas de FIFA 13 como el revolucionario Control al Primer Toque… a las que tampoco se han querido sumar las ya registradas en FIFA 12 como Defensa Táctica o el Impact Engine, aportaciones jugables que si recordáis fueron omitidas en su momento en el pasado FIFA Football y que, por desgracia, tampoco forman parte de esta versión de FIFA 13 para PS Vita.
Como es lógico cuesta mucho pasar por alto esta falta de ambición por parte de los desarrolladores. Y es una pena, porque a poco que EA Sports hubiera dedicado algo de tiempo a mejorar el excelente producto que ya tenían entre manos, estaríamos hablando de un simulador que podría haber hecho historia en esta plataforma, algo que desde luego no ha sucedido.
Los modos de juego son numerosos y entre ellos encontramos el socorrido online, que funciona correctamente aunque a veces le falta algo de fluidez.
Por todo esto es muy sencillo valorar esta edición portátil de FIFA 13. Se trata de un título realmente interesante y completo que seguro que gustará a los entusiastas del deporte rey. Decir otra cosa sería mentir. Ahora bien, aquellos que ya se hicieran con el pasado FIFA Football aparecido hace algo más de medio año van a encontrarse prácticamente con el mismo juego con alguna que otra mejora leve aquí y allá (y más bien ornamental), pero poco más.

 A continuación voy a poner un top ten sobre los juegos de la PSP

1.  Monster Hunter Freedom Unite


Monster Hunter Freedom Unite comienza con la historia de nuestro propio personaje, uno al que daremos nombre, determinaremos sexo y configuraremos cara, voz, color del pelo y peinado. Incluso podremos importar datos preexistentes en nuestra Memory Stick, evitando así comenzar con las manos vacías en una aldea que nos recibirá después de haber sufrido un percance con un poderoso dragón en las montañas.
Precisamente, este lugar, la aldea Pokke, será el lugar de partida de una aventura que, una vez hayamos aprendido lo necesario desde la Escuela de Entrenamiento y nos hayamos percatado de las posibilidades de la granja (cultivar, pescar, recolectar miel...) ya podremos ir a asuntos mayores. En concreto, a los que conciernen a los habitantes del lugar, puesto que están continuamente amenazados por las bestias y sólo hay una manera de sentirse tranquilo: contar con cazadores como nosotros.
Así, una vez nos hayamos equipado con las armas y armaduras necesarias, ya estaremos preparados para disfrutar de las decenas de quests que Monster Hunter Freedom Unite pone a nuestra disposición. De las más simples a las más complicadas, nos tocará lidiar con objetivos que van desde la obtención de determinados objetos hasta la caza de los más feroces monstruos.
Al comenzar la partida, podemos optar por crear un personaje completamente desde cero (nombre, sexo, ropa, cara, peinado, color del pelo, voz...) o importar uno que hayamos creado en Monster Hunter Freedom 2.
A estos efectos, una de las más grandes novedades de esta expansión consiste en la inclusión de las misiones de rango G, unas especialmente diseñadas para hacernos la vida imposible, sobre todo si somos jugadores solitarios. Y es que la magia de este videojuego estriba en que no nos será posible superar determinadas dificultades si no contamos con la ayuda de otros cazadores (en concreto, hasta tres a través de la conexión inalámbrica Ad-Hoc).
Evidentemente, las misiones de rango G quedan muy lejos a los principiantes en esto de la caza, y casi suponen una especie de reto supremo para los más experimentados. Pero nadie deberá de asustarse, porque Monster Hunter Freedom Hunter Unite va de menos a más y dispone de una curva de dificultad lo suficientemente bien pensada como para que nadie se pierda. Y para conseguirlo, nada mejor que una ingente cantidad de información a leer, tanto en forma de tutoriales como de consejos para convertirnos en los mejores cazadores.
Esto incluye, por supuesto, tanto a los NPC humanos como a los gatos, esos simpáticos seres -marca característica de la serie Monster Hunter- a los que podremos contratar tanto para que nos hagan la comida como para que nos acompañen, por primera vez en la franquicia, en las misiones que realicemos en solitario.

2. Dragon Ball Z: Tenkaichi tag Team


A estas alturas, la gran mayoría de vosotros seguro que conocéis bien esta franquicia de Namco Bandai. Tenkaichi es un juego de lucha en toda regla en el que toman partido los personajes más conocidos de la creación de Akira Toriyama. Cada uno de los personajes puede moverse libremente por escenarios 3D realmente amplios, pudiendo incluso pelear desde las alturas. Bien, pues esta edición trae consigo una innovación muy importante y que afecta mucho al desarrollo de cada una de las peleas: la posibilidad de pelear en equipos de dos integrantes.
Estas batallas por parejas no es que sean del todo innovadoras porque ya las hemos disfrutado en otros títulos, pero sí que es cierto que jamás las habíamos presenciado en combates de la saga Tenkaichi. Y la verdad es que nos ha parecido una integración fantástica por varias razones. La primera tiene que ver con el componente estratégico que se añade al asunto. De esta forma, debemos decidir cómo plantear cada pelea y evaluar el poder de nuestros adversarios y, cómo no, también de nuestro compañero. ¿Debemos atacar conjuntamente al enemigo más débil para eliminarle lo antes posible y centrarnos después en el más poderoso? ¿Es mejor fusionar a nuestros personajes (cuando sea posible) para ganar en contundencia? ¿O conviene plantear dos peleas independientes entre los cuatro protagonistas?
La inclusión de combates por equipos añade una nueva dimensión a cada batalla, ganando en vistosidad y estrategia.
Y este componente táctico cobra aún más relevancia si cabe si nos decantamos por jugar en el nuevo modo ad-hoc para cuatro jugadores simultáneos. Y es que en este caso la colaboración y el entendimiento de cada uno de los miembros de cada equipo es fundamental, hasta tal punto que puede ser el que dicte la sentencia entre la victoria y la derrota.
Otro de los factores que potencia enormemente este nuevo sistema de peleas a dobles es el que tiene que ver con la vistosidad pura y dura. Y es que no es lo mismo contemplar cómo dos personajes se zurran entre sí, que ver cómo lo hacen cuatro de ellos al mismo tiempo. La cantidad de golpes, movimientos especiales y combinaciones de golpes se multiplican por dos, por lo que la espectacularidad crece en esa misma proporción.
El ramillete de personajes disponibles es el más grande jamás incorporado en juego alguno de Dragon Ball para la portátil de Sony. En total el UMD nos permite controlar a unos 70 personajes (Goku, Yamcha, Gotenks, Videl, Piccolo…), aunque también es verdad que esta cifra se alcanza sumando todas las “versiones alternativas” de cada uno de los protagonistas. Y como siempre, dichos personajes pueden llevar a cabo los mismos ataques y golpes que mostraban en la serie original. Además, en esta ocasión es posible ataviar a cada uno de ellos con diversos objetos que vamos encontrando (o comprando), ítems que les permiten potenciar algunas de sus aptitudes (resistencia, habilidad, etc.).

3. Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Impact


La trama del título nos plantea (por enésima vez en los juegos protagonizados por Naruto) vivir la saga Shippuden desde prácticamente su inicio hasta uno de los arcos argumentales más actuales, desmarcándose de las historias ficticias vividas en el pasado Naruto Kizuna Drive. Es decir, que el argumento nos lleva desde el regreso de Naruto a la villa tras su entrenamiento intensivo con Jiraiya hasta la reunión de los Kages, previa a la guerra contra Madara. Por lo tanto en el título podemos revivir algunos de los momentos álgidos de la serie, como el enfrentamiento entre Sasuke y Danzö o el de Naruto contra el temible y devastador Pain.
Todas estas batallas épicas podemos revivirlas jugando al modo principal que presenta el juego: Camino Definitivo. En él debemos ir avanzando por las numerosas etapas de Naruto Shippuden peleando sin descanso contra incesantes hordas de enemigos. Sí, porque si hay algo que destaca en este título son sus interminables y multitudinarios combates.
Naruto se presenta una vez más en PSP con un juego cargado de combates y que sigue la línea de obras como Dynasty Warriors.
El título bebe de las obras típicas creadas por la compañía Koei (ahora Tecmo Koei), producciones como Dynasty Warriors o Samurai Warriors. De esta forma, el grueso del UMD recae en los combates contra decenas de enemigos, que nos acosan de forma indiscriminada. Por fortuna, y dada la gran cantidad de golpes y acciones que pueden llevar a cabo tanto Naruto como el resto de los personajes, dichas batallas son bastante vibrantes.
Así, cada uno de los personajes puede ejecutar cadenas de golpes de diversa complejidad, realizar ataques especiales que consumen chakra, lanzar estrellas ninja y kunais, defenderse, llevar a cabo técnicas de reemplazo, saltar y atacar en el aire… Las posibilidades son muy amplias, por lo que nos encontramos ante un sistema de lucha bastante profundo para tratarse de un juego de estas características.
Además, a todo esto y durante los combates contra los jefes finales, también debemos superar ciertas secuencias de botones en plan QTE. No es que aporten demasiado al desarrollo de dichas peleas, pero por lo menos añaden algo más de diversidad al asunto.
La cantidad de ataques y movimientos que puede realizar tanto Naruto como el resto de personajes es muy amplia.
El problema es que la mecánica de juego es demasiado invariable. Los combates ocupan el 95% de la experiencia de juego, quedando la exploración en un segundo plano muy lejano. Las conversaciones entre los personajes también están presentes, pero dichos diálogos son totalmente complementarios y sirven como mera excusa para el desarrollo de cada pelea.
Por fortuna, el título presenta ciertos alicientes que le aportan algo de frescura y variedad. Por un lado, para avanzar en el juego debemos ir recorriendo iconos que van apareciendo en la pantalla del mundo principal. Dichos iconos son de diversa índole (misiones, tesoros, eventos de conversación, etc.) y aunque no es que contribuyan demasiado a aumentar la diversión global, por lo menos nos permiten descansar un poco entre batalla y batalla.
También tenemos el tema de las cartas. Cada personaje puede ser equipado con un cierto número de cartas, objetos que nos permiten recargar rápidamente chakra, realizar un ataque especial determinado, etc. Además, cada una de las cartas (hay varios cientos de ellas) puede ser potenciada hasta un nivel máximo, añadiendo así un toque RPG leve que sin duda es muy de agradecer. ¿Y cómo vamos obteniendo estas cartas? Pues avanzando en el juego, derrotando a enemigos y cumpliendo misiones. En ocasiones se nos entregan de forma íntegra, pero la gran mayoría de las veces es necesario irlas componiendo mediante trozos. 
Y algo similar sucede con el desbloqueo de personajes. De inicio únicamente es posible combatir con Naruto pero, conforme avanzamos en el modo de juego principal, podemos llegar a controlar a personajes conocidos como Sakura, Sasuke, miembros de Akatsuki, Gaara y así hasta más de 50 personajes.

3. God of War:Ghost of Sparta


God of War: Ghost of Sparta es así un título muy similar a anteriores entregas, tanto por su perspectiva en tercera persona como por sus dinámicas de batalla, tendentes a la frecuencia de eventos “quick time”, aparte de algún que otro puzle -por lo general- de fácil resolución, y de unas batallas con jefes finales que llegan a desbordar las cuatro pulgadas de nuestra pantalla portátil.
Y todo eso es algo que nos gusta, sobre todo si nos ponen las cosas difíciles con un nivel de dificultad dividido en hasta cuatro grados de desafío (Mortal, Héroe, Espartano y Dios). Puede que la duración (en torno a 6-8 horas) no sea vuestra utopía, pero existen suficientes argumentos como para rejugar el título, tanto en forma de desbloqueables como de alguna que otra sorpresa que recibiremos una vez acabada la obra por primera vez. Eso sí, un modo de juego adicional no hubiera estado de más, sobre todo teniendo en consideración que los videojuegos para portátil piden a gritos propuestas innovadoras o incluso algún que otro minijuego, amén de alguna que otra opción online que tampoco hubiéramos despreciado...
Con sol, con lluvia, con nieve o con rayos de fondo. A Kratos le da igual el escenario, porque reventará todo lo que encuentre a su paso. Sus cadenas vuelven a ser su aliado para realizar demoledores combos en PSP.
Sin embargo, Kratos se mantiene fiel a su estilo hasta en PSP, y por eso es una aventura exclusivamente individual que mejora ligeramente el sistema de batalla de su predecesor, añadiendo animaciones puntuales y algún que otro ataque, como una embestida que acaba por lanzar a nuestros enemigos contra el escenario (llevándose a otros por el medio si se encuentran en su trayectoria).
Los combos siguen resultando igual de espectaculares que siempre, y las armas incrementan su presencia y fortaleza, al igual que los poderes mágicos. En concreto, una de las novedades la tenemos en el Ojo de Atlantis, capaz de realizar ataques eléctricos desde la distancia, y que podremos mejorar a lo largo de la aventura mediante los orbes rojos que recojamos.
Aunque no será la única. La capacidad de potenciar ataques y habilidades es algo que dota de verdadero sentido a la aventura de Kratos, de manera que es tan importante saber desenvolvernos bien con los controles (muy sencillos, por cierto) como dedicar algunos minutos a ver cómo podemos mejorar a nuestro guerrero. Tal vez no hayamos recibido demasiadas novedades en este sentido, y es que resulta lógico que una vez más debamos buscar Ojos de Gorgona y Plumas de Fénix para incrementar nuestras barra de salud y magia. Completar la aventura con éxito dependerá de ello.
¡Uy, uy, uy... qué mala pinta tiene esto! Kratos pone en práctica nuevas animaciones con las que embestir y después lanzar contra la pared a sus enemigos. A ver quién se levanta después de esto...
Ni tan siquiera columpiarnos o la acción de bucear bajo el agua suponen verdaderas novedades en la saga, aunque otorgan una poderosísima sensación de variedad a un videojuego que nos llevará desde una tormenta en alta mar hasta lo más profundo de un templo, antes de embarcarnos en una travesía magmática a las puertas del Reino de la Muerte.
Es probable que el mayor problema resida en la poca variedad de enemigos existente, algo que empaña ligeramente el sobresaliente diseño de entornos, el excelente modelado de personajes y el brillante acabado en todas las animaciones existentes. No obstante, se echa de menos algo más de ingenio también en el apartado visual, algo que salta a relucir cuando nos damos cuenta de que existen numerosos momentos en la partida durante los cuales la acción cabalga a menos de 30 “frames” por segundo. Afortunadamente, no es algo que acabe afectando a la jugabilidad, pero los desarrolladores deberían haber cuidado más este aspecto.
No tanto como la ambientación que, en general, desprende el título, la cual es simplemente grandiosa. A nivel sonoro, compositor y expertos en efectos de sonido han cumplido a la perfección, trasladándonos con éxito hasta el violento y mitológico mundo de un Kratos que, encima, habla español bastante bien.

4.Metal Gear Solid: Peace Walker


Nuestro héroe de guerra regresa y lo hace justo en el año 1974, en plena Guerra Fría. La delgada línea entre la paz y la guerra nuclear se estrecha, con unos Estados Unidos y una Unión Soviética ávidos de confrontación. Mucho más aún cuando una fuerza militar muy misteriosa irrumpe en Costa Rica, un país indefenso (sin fuerzas armadas, como exige su constitución) que acaba por pedir ayuda a la organización Militaires Sans Frontières (Militares sin fronteras), la cual no sería la misma sin deciros que su fundador fue el mismísimo Big Boss.
Sin patria, sólo con su experiencia en los campos de combate, el valeroso guerrero aceptará unirse a la causa costarricense, intentando averiguar quién se esconde detrás de esta tremenda amenaza. Y es que, poco a poco, nos iremos dando cuenta de la gravedad del asunto, de una trama de carácter global que tiene como protagonistas a la energía nuclear y a todo un conjunto de armas que hasta los más poderosos gobiernos desconocen.
En definitiva, un argumento muy al estilo Kojima, con potentes giros argumentales, atractivos personajes y abundantes conversaciones por códec. Y, por supuesto, tampoco faltan las escenas cinemáticas, esta vez no basadas tanto en el motor del juego como en las ilustraciones tipo cómic que Yoji Shinkawa (partícipe en la serie Zone of the Enders) ha preparado para la ocasión. Para los que las conozcan, son muy similares a las ya vistas en la novela gráfica de Metal Gear Solid, sólo que esta vez incluso podremos interactuar en algunas secuencias, y no sólo acercando el zoom.
El cooperativo es uno de los ingredientes estrellas de este videojuego. De dos hasta cuatro usuarios podrán unirse para completar absolutamente todas las misiones del juego, incluidos los enemigos finales.
Big Boss se adapta a PSP 
Aunque importante, el plano argumental de Metal Gear Solid: Peace Walker no lo es todo. Para destacar como videojuego dentro de la franquicia, el título necesitaba un buen puñado de novedades que recogieran lo mejor de los juegos de la serie a la vez que se apostara por un diseño de juego más portátil, ideal para jugar partidas cortas pero sin sacrificar nunca el espíritu de la serie.
Así, por ejemplo, y para facilitar el acceso al máximo número de jugadores, se incorporan tres sistemas de control (tipo disparos, tipo acción y tipo cazador) que modifican el modo en que controlamos la cámara -con la cruceta o el stick- a la vez que nos proponen diferentes combinaciones para apuntar y disparar a nuestros enemigos. En este sentido, el juego se adapta a usuarios habituados a los "shooters" o incluso a los acostumbrados a darle a títulos como el poderoso Monter Hunter Freedom. Y todo eso sin contar con la capacidad de activar el autoapuntado o las ayudas al disparo, que acercan automáticamente la retícula del arma hasta la cabeza de nuestro enemigo.
De esta manera, no será tan difícil hacerse con el novedoso sistema CQC (Close Quarter Combat), el cual nos propone dar combos de puñetazos y patadas, estrangular enemigos, lanzarlos al suelo, hacer que impacten unos contra otros e incluso propinar golpes en cadena pulsando el botón de acción en el momento oportuno (a modo de evento "quick time"). Sin duda, Big Boss presenta un buen repertorio de golpes en esta entrega, con un gran estado de forma que nos hace preguntarnos cómo es posible que no pueda desplazarse cuando está apoyado sobre una pared o tumbado sobre el suelo.
El humor siempre ha sido una clave oculta en cualquier Metal Gear, y el caso de Peace Walker no iba a ser diferente. Si no, contemplad el lanzamiento al aire de Snake imitando a nuestros amigos Altair y Ezio de Assassin's Creed.
Resulta también especialmente frustrante el hecho de que cada vez que cambiemos de arma u objeto debamos hacerlo en tiempo real, aunque puede que la explicación resida en que en Metal Gear Solid: Peace Walker no hay pausas que valgan, ni tan siquiera cuando presiones el botón START. No obstante, son pequeños inconvenientes. En general, el videojuego respira, bebe y se alimenta de la gran jugabilidad clásica de la franquicia, lo cual es sinónimo de que otra vez vamos a andar caminando agachados durante mucho tiempo para que ningún soldado enemigo nos aviste.
A estos efectos, el radar (sistema sonar incluido) regresa, así como un valor númerico -situado en una esquina de la pantalla- que nos muestra el índice de camuflaje o de exposición de nuestro personaje. Es realmente parecido al presente en MGS3: Snake Eater, que evaluaba la semejanza de nuestro uniforme con el entorno en que estábamos insertos.
Desgraciadamente, en PSP no contamos con la habilidad de adaptar el traje al entorno como lo hacía Snake en MGS4: Guns of the Patriots, pero como consuelo huelga decir que contamos con diferentes vestimentas (uniforme selva, raya tigre, desnudo, camiseta, patrulla...), cada una con sus particulares atributos: más poder armamentístico, más camuflaje para zonas de arena, de ruinas, de piedras, de pantanos... En definitiva, un buen motivo para pararnos a pensar antes de acceder a las misiones propuestas, puesto que nosotros seremos los que escojamos no sólo el traje de Big Boss, sino también su equipo (incluidas armas y objetos). El éxito en las primeras misiones no podría depender de nuestras decisiones a este respecto, ya que son muy asequibles; pero no os preocupéis, que la curva de dificultad ya subirá lo suficiente como para que os penséis las cosas más de dos veces.

5.Assassin´s Creed: Bloodlines


Assassin's Creed: Bloodlines hereda el motor gráfico del primer videojuego de las series. En un entorno completamente tridimensional y abierto, Altair es capaz de correr, de mezclarse entre la muchedumbre, de desplazarse de tejado en tejado, de trepar edificios y de llegar hasta lo alto de las atalayas para después lanzarse al vacío en sus ya populares saltos de fe. 
Por supuesto, el sistema de batalla también se mantiene, haciéndose realidad luchar con hasta cuatro soldados enemigos a nuestro alrededor mientras que atizamos, contraatacamos, nos defendemos o esquivamos intentos de ofensiva. Eso sí, ahora para llevar a cabo combos no será suficiente con presionar el botón de ataque sin ton ni son, sino que deberemos de hacerlo en el momento adecuado, convirtiendo en un poco más exigente al esquema jugable.
Un esquema que se sigue apoyando en la utilización de la cruceta para sacar la espada, la daga, los puños o incluso las cuchillas voladoras, que irán desde nuestra mano hasta los frágiles cuerpos de los soldados enemigos. Esta vez no contamos con la Vista de Águila para encontrar elementos claves de la aventura, pero sí con la habilidad de fijar a nuestros contrincantes. Así será mucho más fácil no ser presas fáciles de una cámara que cumple su función pero que por momentos puede fallar hasta hacernos caer en la frustración.
Bloodlines se apoya en la estructura "sandbox" marca de la saga, con misiones primarias y otras secundarias que irán aumentando su curva de dificultad a medida que vayamos superando las 6-10 horas de aventura.
El videojuego, en total, dispone de una historia articulada en torno a siete bloques de memoria. No es una cifra demasiado impactante (la duración del juego es bastante inferior a la del primer Assassin's Creed), pero hay que tener en cuenta las limitaciones de una PSP que consigue desplegar la esencia de la saga, y eso ya es mucho decir. De esta manera, el género propio que inauguró la obra de Ubisoft Montreal se plasma en una pantalla de 4 pulgadas que por necesidad reduce considerablemente la densidad de población y la magnitud y detalle de las ciudades que contiene.
Eso no quita, sin embargo, atractivo al producto, que apuesta en una ocasión más por la mezcla entre acción y sigilo. Es decir, unas veces no tendremos otra opción que matar para seguir adelante, pero otras podremos escoger ser cautos y cruzar las manos como si fuéramos un monje para pasar inadvertidos. De hecho, frecuentemente se hará necesario actuar así para no perder nuestro índice de sincronización (más conocida como barra de vida).
Pero para poner esto en marcha se necesitan misiones, así que los desarrolladores de Griptonite Games nos ha propuesto unas cuantas, divididas tanto en tareas principales como secundarias. No son demasiado variadas, todo hay que decirlo, y como en la primera entrega pecan de abusar del asesinato como forma de diversión. No obstante, esto no va significar que no nos topemos con situaciones atractivas, como persecuciones o pequeños favores del estilo de proteger a un ciudadano frente al acoso de los guardias.
Acción y sigilo se combinan en un título cuyo rasgo más característico es el de poder escalar cualquier edificio, corriendo sobre tejados para escapar de los guardias a la vez que llegamos a atalayas que amplíen nuestros horizontes.
Toda la jugabilidad tradicional que hizo grande a Assassin's Creed se encuentra metido a presión en un UMD que añade detalles al conjunto. Si exploramos el entorno y conseguimos las suficientes monedas (de oro, plata o bronce) disfrutaremos del limitado pero necesario apartado de personalización del título: aumentar el número de cuchillas, mejorar los golpes críticos, incrementar el daño por ataque, expandir nuestra barra de sincronización... Y eso sin contar que aquí también tenemos logros desbloqueables por matar a un número de soldados, por actuar con sigilo o por realizar tantos contraataques.
Hasta se ha pensado en los poseedores de PS3 para intercambiar datos en forma de armamento y otros detalles que dejamos que los usuarios descubran por sí mismos. Realmente, Assassin's Creed: Bloodlines es algo más que una mera excusa para expandir la familia de asesinos en PSP. Es un videojuego con identidad propia, tal vez un poco vacío de contenido, así como con unos cuantos bugs, pero con un espíritu jugable ideal para los que quieran formar parte del credo.
Y probablemente ya lo intuíais, pero sí, Altair posee exactamente las mismas animaciones que en el Assassin's Creed original, así como un uniforme y modelado a la altura de las posibilidades gráficas de PSP. No se puede decir lo mismo del entorno, que cumple su función pero sin mostrar grandes alardes técnicos. Menos mal que los efectos y excelente banda sonora (responsabilidad de Jesper Kyd) están hay para cumplir su función junto a un sobresaliente doblaje y completa localización al castellano.

6. Grand Theft Auto: Vicy Citye Stories


Cronológicamente nos situamos dos años antes del Vice City de PS2, encarnando a Vic, el hermano del Lance Vance conocido por aparecer desafortunadamente en el Vice City original. De repente nos encontraremos en una ciudad que empieza a despegar vertiginosamente amparada en la corrupción y en las malas artes, y donde no nos faltarán encarguitos de todo tipo procedentes de variados personajes. El primero, Phil Cassidy, otro conocido del original, “amigo” del sargento Martínez y que nos utilizará para sus negocios. Poco a poco, iremos sumergiéndonos en la historia y conociendo nuevos personajes, a cuál más oscuro, y descubriremos que nunca tendremos que fiarnos de nadie. 
Los vehículos aéreos se apuntan por primera vez a la serie, pudiendo pilotar tanto helicópteros como aviones.
En esta ocasión, la acción comienza en la parte suroeste de la isla, por la zona del puerto y el barrio de los cubanos, “cholos”, una de las zonas más degradadas y peligrosas de la isla. Los que conocíamos al dedillo el Vice City original, comprobaremos en un pequeño paso algunas diferencias en seguida, como por ejemplo, los inicios del que luego será un lujoso concesionario de coches,“Shunshine Autos”. Ahora mismo, los coches están al aire libre y sólo disponen de unas tristes casetas, mientras que en la parcela contigua están las obras del futuro concesionario. Por cierto, busca en ellas un chaleco antibalas.
Asimismo, la zona de “Starfish Islán” empieza a despuntar con la construcción de monstruosas mansiones, aunque todavía existen parcelas en venta. Por todas las islas, veremos edificios en obras, construcciones y negocios, como nuestro querido Malibu, que ya conocemos de sobra, y otros nuevos, mientras que los viales de comunicación entre islas ya están construidos tal cual los conocemos, y será fácil pasar de una a otra, cuando los desbloqueemos, claro.
La mecánica del juego es la habitual, ir superando las misiones principales que nos vayan encargando. En principio en el orden que queramos entre las disponibles, aunque siempre seguirán un hilo argumental que merece la pena descubrir por uno mismo. Las misiones son variadísimas, aunque casi siempre acabarán mal, con tiros, extorsiones, secuestros, carreras. 

7. Final Fantasy VII


Así pues, nos ponemos en el papel de un joven soldado con pretensiones de convertirse en un gran héroe, algo que le llevará a descubrir las entrañas de Shinra, una compañía que ejerce su influencia en todo el mundo gracias al control de la energía Mako (fuente primaria de la vida). A su lado tendrá a su mentor Angeal, aunque su presencia a modo de introducción en la dinámica de juego pronto dejará paso a una aventura donde veremos a viejos conocidos, como es el caso de la Buster Sword, mítica espada que se convertirá en clara protagonista de un título que junta exploración, batallas y un ritmo RPG mucho más acelerado que el Final Fantasy VII original.
De hecho, Crisis Core puede ser catalogado como un Action-RPG en el que hay varios elementos que convierten a esta obra en única dentro de la saga. Por una parte, tenemos unas batallas aleatorias que, una vez presentadas (sin transiciones), nos dejan movernos con completa libertad dentro de un escenario limitado. Sólo de esta manera es posible colocarse detrás de los enemigos, pulsar el botón de ataque y conseguir así un daño crítico. Todo en tiempo real, con las virtudes y dificultades que ello implica, ya que además de estar pendientes de los movimientos de los rivales (dotados con una Inteligencia Artificial razonable), deberemos de pulsar los gatillos a fin de navegar entre los diferentes movimientos adicionales en forma de magias, ítems, etc.
Durante las batallas nos toparemos con muchas situaciones como la mostrada en la imagen. Y es que una especie de máquina tragaperras determinará nuestra suerte en la aventura. Dependiendo de las combinaciones, desencadenaremos un ataque especial o subiremos de nivel, entre otras muchas posibilidades.
El sistema de batalla dinámico de Crisis Core también presenta una innovación tan interesante como extraña en el conocido como Digital Mind Wave. Básicamente, consiste en una especie de máquina tragaperras que gira mientras que peleamos, mostrando números y personajes del videojuego que, si se alinean, nos permiten lanzar un ataque especial, obtener potenciadores temporales para la batalla o incluso aumentar de nivel si es que obtenemos tres sietes iguales. Significa, sin duda, una curiosa forma de progresar en un videojuego que, de esta forma, nos ofrece la rara oportunidad de subir de nivel de una manera aleatoria que no somos capaces de controlar.
Al final, el resultado es un sistema dinámico de luchas, las cuales, por cierto, se nos presentan sin necesidad de que esperemos ningún tiempo de carga. La acción es siempre continuada y sólo se ve interrumpida por frecuentes escenas de introducción que emplean el excelente motor de juego del título, aunque sin olvidarse de unas secuencias generadas por ordenador que no faltarán a la cita. Tampoco lo harán los lugares específicos para guardar partida, localizados en puntos estratégicos con el objetivo de impedir que nos desesperemos durante una aventura bastante lineal en la que se nos permite jugar hasta en dos niveles de dificultad (normal y difícil).
Si hay algo que no podría desaparecer en un Final Fantasy VII, esa sería la historia, narrada en el caso de Crisis Core a través de numerosas secuencias de introducción que demuestran una gran calidad artística y de animación 3D.
En lo que se refiere a la factura técnica de Crisis Core, debemos de reconocer que es realmente sobresaliente, con un uso de los gráficos que, aunque no saque provecho de ningún tipo de recurso para cubrir ciertas imperfecciones (por ejemplo, no hay efecto “blur” ni presencia de niebla), presenta unos modelos de personajes muy trabajados y unos escenarios que, además de variados, no dificultan en ningún momento la fluidez del título. Esto es fácil de apreciar por las animaciones de los protagonistas, sobre todo en las batallas, donde ya podemos ver reacciones a nuestros golpes en tiempo real, dándonos una sensación a la que no estamos muy acostumbrados en un RPG.
Y es que, realmente, no debemos tomarnos este Crisis Core como un videojuego tan profundo como en su día lo fue Final Fantasy VII. Es, más bien, un intento para que los fans de la serie rememoren y, de paso, descubran el porqué de la furia de Sephiroth, entre otros muchos aspectos que les serán narrados con subtítulos en castellano y unas voces en inglés que hacen honor al excelente apartado musical que contiene. Takeharu Ishimoto se ha puesto esta vez detrás del teclado para que no echemos mucho de menos a Nobuo Uematsu, el cual, no obstante, no dejará de estar presente en una obra que no podía obviar la introducción de algunas de sus mejores composiciones.

8. Star Wars Battlefront: Elite Squadron


Una de las grandes características de cualquier Battlefront es el hecho de que un hombre sí que puede marcar la diferencia de una contienda. A pesar de que los enfrentamientos sean multitudinarios y con muchos aliados a nuestras espaldas, el carácter del título es el de representar a un auténtico hombre de guerra conocido como X2, protagonista de la modalidad principal de Elite Squadron: el Modo Campaña.
12 misiones a superar, con un tutorial inteligentemente incluido, articulan la historia de un soldado clon que trabaja para el Imperio. ¿Su misión? Capturar a todos los Jedi para ejecutarlos, pero algo se tuerce en su mente o, más bien, se endereza, ya que traiciona a su hermano y a toda la causa imperial para pasarse al lado de los rebeldes, encabezando una cruenta lucha al lado de personajes como Obi Wan Kenobi o Anakin Skywalker.
Las referencias al mundo Star Wars están aseguradas y, de hecho, vamos a visitar gran parte de su sistema planetario: el árido Tatooine, el masificado Coruscant, el tropical Yavin 4, el helado Hoth, Endor (planeta natal de los Ewoks) o, cómo no, la imponente Estrella de la Muerte. En total, 11 planetas que con sus diferentes paisajes aportarán un poco más de variedad a unas mecánicas de juego que ya de por sí nos ofrecen un diverso plantel de situaciones.
Podremos ir de la tierra al espacio exterior en un abrir y cerrar de ojos, para fundir con el láser de nuestra nave a los artefactos enemigos mientras que nos movemos con una completa libertad de 360 grados.
 Star Wars Battlefront: Elite Squadron centra la mayor parte de su desarrollo en la tercera persona, manejando al soldado clon X2 bajo diferentes apariencias que podremos seleccionar. Desde el Modo Campaña, sin embargo, nuestro avance será lineal, guiado por objetivos específicos, aunque gozaremos de libertad en todo momento para escoger entre ser un soldado normal, uno con armamento pesado, un guerrero de asalto, un francotirador o un ingeniero.
Cada especialidad tiene su función en cada una de las secciones del juego, y será nuestra decisión si disparar con un rifle, con una escopeta a corta distancia o con un rifle de mira telescópica desde un lugar seguro. Además, también habrá momento para los vehículos, desde los bípedos AT-AT hasta los cazas droides o torretas antiaéreas.
Y es que la serie Battlefront se perfecciona en Elite Squadron, algo que comprobaremos mejor desde Acción Instantánea, otra modalidad individual desde la que, con un tiempo límite y una puntuación objetivo, libraremos batallas multitudinarias por tierra, aire y espacio exterior. En lo nuevo de los ingleses de Rebellion no hay barreras insalvables, con lo que tan pronto podremos estar en la superficie aniquilando soldados del Imperio como montándonos en un X-Wing para ir al espacio exterior, entrar en un navío y hacerlo explotar otra vez a pie y con rifle en mano.
Tres niveles de dificultad, personajes famosos a escoger y una faceta de personalización envidiable (con la opción de cambiar el casco, el cuerpo, los colores y comprar armas y otros objetos) completan las posibilidades de un título cuidado e ideal para los fans de Star Wars.
Seguramente ahora entenderéis mejor por qué se define a la serie como "el Battlefield de Star Wars", pero no todo es acción de disparos en Elite Squadron. También hay lugar para la estrategia en Conquista Galáctica, un modo para hasta dos jugadores (en la misma consola) que nos propone seis sistemas planetarios diferentes, cada uno con su historia, sus facciones en disputa y comunes opciones de compra de tropas y diversas mejoras de ejército (tecnología, logística, infantería, comandantes...). Todo dentro de un esquema de juego por turnos donde el objetivo final es conquistar la galaxia, librando pequeñas batallas que podrán resolverse automáticamente o manualmente, según deseemos...
No obstante, la gran razón de ser de este nuevo Battlefront se encuentra de nuevo en su multijugador, que puede disfrutarse tanto en local como online, siempre que dispongamos de una cuenta en GameSpy (gratuita). Los modos disponibles son los clásicos Conquista y Capturar la Bandera, aparte de opciones como unirse a una partida, crearla, jugar con amigos o consultar clasificaciones globales. 
En nuestras pruebas, por cierto, no tuvimos problema alguno de lag y las partidas ofrecen garantías de competitividad (se puede habilitar una opción para igualar contiendas). Y es que Elite Squadron está plagado de detalles, incluidas las opciones de personalización, un apartado gráfico solvente, recurrentes escenas de introducción basadas en las películas Star Wars, un apartado sonoro completamente doblado al castellano y melodías rescatadas de las partituras de Jonh Williams.

9.Silent Hill: Shattered Memories


Tal y como advierte el inicio de cada partida, el juego juega con el jugador de la misma manera que el jugador juega con el juego. Lejos de convertirse en un mero trabalenguas anecdótico, cada nueva incursión por las partes más oscuras del pueblo será una experiencia diferente que se adaptará a la personalidad del usuario. Éste ha acudido a un psicólogo para averiguar si las pesadillas que sufrió durante la búsqueda de Cheryl fueron reales o es que está a un paso de llenar su armario con camisas de fuerza. Cada sección del título viene precedida por una parte de la sesión, donde las respuestas a las preguntas un tanto improcedentes -"¿Ha sido alguna vez infiel?"- o los resultados de los []btests interactivos -como rellenar un horario de instituto ideal- afectarán ciertos elementos de la investigación posterior.
Con este análisis tan exhaustivo del jugador, Climax Studios ha conseguido que éste y Mason emprendan un viaje paralelo donde deberán enfrentarse a sus miedos y debilidades, ambas búsquedas en pos de la verdad superponiéndose sucesivamente hasta que surge la deliciosa duda de si la trama no es más que una excusa para castigar al usuario por sus pecados, demostrando que la diferencia entre él y un protagonista de la serie es más débil de lo que podría parecer a primera vista. Una revelación acertadamente sobrecogedora.
Por supuesto, la desarrolladora sólo cumplirá su objetivo si el jugador pone de su parte y coopera con fidelidad a los intentos del anónimo psicólogo por desentrañar las raíces de su delirio. Una vez terminada la sesión, es recomendable retomar la aventura encarnando diferentes personalidades para descubrir cómo los personajes, enemigos, localizaciones, recuerdos y finales toman una nueva forma retorcida.
El test inicial marcará gran parte del devenir de la aventura. "¿Alguna vez has fantaseado con algún redactor de la revista?". Pasa palabra.
 La aventura principal permanecerá siempre inmutable ante los desmanes mentales del jugador. Lejos de equipar a Mason con tantas armas que al final los monstruos se convierten en patitos de feria con un par de extremidades de más, el padrazo sólo cuenta con una linterna y su teléfono móvil. No hay gestión de inventario que valga; la mayor parte de los objetos esenciales son llaves que se encuentran ocultas muy cerca de su puerta correspondiente.
Sin niebla, sin combates, sin retrocesos de relleno por el escenario, sin pistas tan obscuras como un poema conceptista del Barroco, sin retazos de diarios tirados por el suelo... Es muy posible que este listado de ausencias haga que muchos fans se decidan por rechazar la premisa de Shattered Memories, pero la propuesta de Climax Studios funciona y necesita ser instaurada ipso facto en el género. Al quedarse exenta de obstáculos redundantes, la aventura resultante es corta -entre unas seis y diez horas según la predisposición del jugador a explorar el escenario- pero intensa. Cada localización es única, los puzles son ingeniosos y evolutivos, las situaciones son variadas, y el ambiente inquietante es tan opresivo como la sempiterna nieve que ha invadido Silent Hill.

10. Legends of War: Patton´s Campaign


Tienes a tu disposición hasta siete tipos distintos de unidades de infantería –regular, de élite, francotiradores, médicos…-, seis vehículos terrestres –tanque, transporte, antiaéreo…- y tres de tipo aéreo –caza, transporte y bombardero-. Con estas unidades, cada una con su equipamiento de guerra particular y habilidades propias, tendrás que superar distintos tipos de misiones que irán desde las habituales, eliminar a todos los enemigos del escenario, a otras más complejas como proteger a oficiales, sabotear posiciones enemigas, o resistir oleadas y oleadas de nazis. En total, hasta 35 misiones ambientadas en escenarios por territorio francés o Alemania, que nos harán disfrutar de lo lindo con este juego de estrategia que esconde en su interior un potencial fantástico.
Y es que cada decisión que tomemos tendrá sus consecuencias en el campo de batalla. Así, el simple hecho de seleccionar a los ocho –o menos, dependiendo de la misión- tipos de unidad que se embarcarán en la guerra, ya marcará muchísimo cómo afrontaremos la misión. No en vano, sus diferencias son tan palpables, que las tácticas de coger y tirar para adelante terminarán siempre en el fracaso. Por eso, y dado que el juego apuesta desde un principio por un estilo de acción muy pausado, debemos meditar cada paso de nuestras unidades y barajar todas las posibilidades.
El mínimo error se paga con la muerte, así que antes de dar un paso hay que meditar mucho todas las opciones.
El juego apuesta, como decimos, por un sistema por turnos que diferencia puntos de movimiento y de acción. Esto significa que podemos avanzar hasta una posición concreta, disparar o lanzar una granada y, si nos quedan más puntos de movimiento, retroceder a una posición segura para resguardarnos. Los enemigos actuarán de la misma forma, reaccionando por norma de una forma muy eficiente. Esto significa que no será nada raro que nos tiendan emboscadas si no actuamos con cabeza, esperando siempre en puntos clave para que, al ver a uno de nuestros soldados (todos los que entren en sus conos de visión-acción), puedan acribillarlo a balazos sin problemas. Lo mejor es que estos no dudarán en usar todas sus habilidades, por lo que no será nada raro ver caer a nuestros soldados por culpa de granadas o por el fuego preciso de un francotirador.

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